
LONDRES, 20 de agosto.- Las autoridades británicas fueron ayer blanco de críticas por la retención durante nueve horas del novio brasileño del periodista que reveló los documentos secretos obtenidos por el fugitivo estadunidense Edward Snowden.
El brasileño David Miranda, pareja del periodista del diario británico The Guardian Glenn Greenwald, fue detenido el domingo en el aeropuerto internacional de Heathrow en aplicación del artículo 7 de la ley antiterrorista de 2000.
El canciller brasileño, Antonio Patriota, reiteró por su parte el malestar que causó al gobierno de la presidenta Dilma
Rousseff la retención de Miranda y dijo que se comunicó con su homólogo británico, William Hague, para expresarle su preocupación.
Había seis agentes que iban y venían. Me hicieron preguntas sobre toda mi vida, sobre todo. Tomaron mi computadora, mis videojuegos, mis tarjetas USB. Todo”, contó el brasileño a periodistas a su llegada al aeropuerto de Río de Janeiro, en donde vive junto a su pareja.
Las autoridades británicas tenían “cero sospechas” de la eventual implicación de David Miranda en actividades terroristas, insistió Glenn Greenwald visiblemente furioso en un artículo en The Guardian.
Miranda fue interrogado únicamente sobre las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense (NSA, por sus siglas en inglés) para la que trabajaba Edward Snowden, apuntó el periodista, para quien los británicos “habían abusado totalmente de su ley antiterrorista por razones que nada tienen que ver con el terrorismo”.
Esta detención estaba destinada “evidentemente a intimidar a aquellos que trabajan sobre la NSA y su equivalente británico GCHQ desde un punto de vista periodístico”, añadió.
“Si los gobiernos estadunidense y británico piensan que esta estrategia nos disuadirá de continuar cubriendo de manera agresiva lo que los documentos revelan, se equivocan. Esto tendrá el efecto contrario: nos anima a ir más lejos”, advirtió el periodista.
“Voy a publicar muchas cosas de Inglaterra también. Tengo muchos documentos sobre el sistema de espionaje de Inglaterra. Ahora mi foco va a estar allí también. Creo que se van a arrepentir de lo que hicieron”, advirtió.
Greenwald fue el primero en entrevistar a Snowden, quien le reveló los programas de vigilancia de las comunicaciones del gobierno estadunidense.
Washington niega estar implicado en la decisión de retener a David Miranda en el aeropuerto.
Vuelve a fallar la ley antiterrorista británica
Las autoridades británicas tienen derecho a retener a “sospechosos de terrorismo” durante nueve horas en los controles de frontera sin justificación ni derecho a abogado. En el caso del brasileño David Miranda, los oficiales de Scotland Yard hicieron uso de esta ley antiterrorista británica del año 2000.
Miranda, de 28 años, fue detenido e interrogado en la terminal del aeropuerto londinense de Heathrow, cuando intentaba regresar de Berlín a Brasil, donde vive junto al periodista Glenn Greenwald, que difundió documentos filtrados por el ex agente estadunidense Edward Snowden.
El gobierno británico no explicó el por qué de esta detención temporal. La respuesta la intentó dar la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI): “Es porque se trata de la pareja del periodista Glenn Greenwald”.
No hay “ninguna razón para creer que Miranda está involucrado de alguna forma en actos de terrorismo”, señala AI en documento emitido en Londres. Miranda fue víctima de un “acto de venganza injustificado”, agrega.
Greenwald es el periodista de The Guardian que dio a conocer los documentos secretos filtrados por Snowden y que revelaron las maquinarias de los servicios secretos de Estados Unidos y Reino Unido.
También el observador independiente de las leyes de terrorismo designado por el Parlamento británico, David Anderson, describió la acción como inusual.
Ni siquiera está claro si Miranda pisó suelo británico antes de su detención en Heathrow, ya que en Londres sólo se encontraba en tránsito de su vuelo de Berlín a Río de Janeiro.
La organización “Reporteros sin Fronteras” condenó la retención de Miranda y aseguró que se trata de “un claro abuso de la legislación antiterrorista”.
El portavoz de la organización en Alemania, Michael Rediske, dijo que lo ocurrido con Miranda pone en peligro al periodismo de investigación moderno. “Claramente Miranda no fue interrogado por ningún acto terrorista, sino por una relación con WikiLeaks y The Guardian.




