CIUDAD DE MÉXICO, 24 de febrero.- Pablo Hermoso de Mendoza y Fermín Spínola destacaron en el cerrojazo de la Temporada Grande 2013-2014 en la Plaza México. El rejoneador español y el diestro mexicano cortaron orejas.
El rejoneador ibérico lució ayer en el coso de Insurgentes; se quedó sin salir a hombros por su fallo con el rejón de muerte en el quinto.
Asimismo, Arturo Macías brilló con el capote y demostró hambre de triunfo, mientras que Fermín Rivera tuvo pocas opciones al lidiar un lote de poco juego.
El festejo con el que terminó el serial 2013-2014 fue muy largo: más de cuatro horas. Desigual el encierro de Lebrija para la lidia a pie. Bureles de Julio Delgado fueron buenos para rejones.
Pablo Hermoso cortó una oreja del toro que abrió el festejo de ayer. El jinete lució sobre Chenel, cabalgando de costado, encelando al astado... Fue de destacarse la ejecución de su hermosina.
Siguió con Viriato con el toro ya venido a menos, saliéndose del tercio hasta los medios: hubo que torear en redondo.
Con mucho aplomo, el español remató bien y paseó un merecido trofeo.
Si Hermoso de Mendoza perdió el triunfo fue por el fallo con el rejón de muerte con el quinto, en lo que fue una lidia intensa sobre Habanero, en los medios, y el remate, pareando a dos manos montando a Pirata.
Por su parte, el mexiquense Fermín Spínola, a sus 36 años de edad, vaya que se entregó, estuvo a la altura, con madurez: variedad, insistencia y un estoconazo... Así, con empeño y recursos cortó una oreja del deslucido segundo, de Lebrija, con el que mostró dominio de capote.
Con la muleta, el enemigo, muy desclasado, impidió lucimiento. Spínola, con mucho carácter, acortó la distancia y sacó juego de donde no había.
Después el espadazo fulminante puso en manos del torero otro merecido apéndice.
Luego recibió una ovación tras lidiar al sexto, un enemigo que sustituyó al titular, que se partió un pitón. Fue un burel noble, que tomó bien la muleta.
Spínola, que lució en un gran tercer par al violín, corriendo para atrás, logró otra faena: corrió bien la mano con la muleta, aunque sin los mismos resultados que había logrado antes. Al final pinchó.
Con un quite por gaoneras se presentó el aguascalentense Arturo Macías, quien tuvo una faena de muleta volutariosa, pero el enemigo vino a menos. En su empeño, fue revolcado en par de ocasiones al final de la faena y luego una estocada defectuosa fue en detrimento de su lidia, que terminó con descabello.
El séptimo, de viaje incierto, dejó para mejor ocasión el triunfo de Macías. El diestro siguió con empeño y por ello el público le aplaudió.
El tercer espada Fermín Rivera no tuvo enemigos para brillar. Su primer burel fue un astado rajado, de muy poco juego por lo que no logró arrancarle pases de calidad y lo despachó pronto.
Con el que cerró plaza volvió a toparse con pared, ya que el burel nunca se entregó por lo que hizo breve faena y despachó de estoconazo bien puesto.





