
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de diciembre.- A The National se le escucha desde el imaginario underground musical, desde una perspectiva que parece huir de los reflectores, de las grandes etiquetas, de los señalamientos ajenos. Son grandes, pero reniegan de ello, se hallan más cómodos en el limbo de las bandas que están por saltar a la fama aunque la suya la hayan ganado desde sus primeros trabajos.
En poco más de una década de trayectoria, los estadunidenses se han anotado éxitos consecutivos. Desde su primer disco The National (2001) hasta el más reciente, Trouble Will Find Me (2013), han sido invitados permanentes en gran parte de los listados que reúnen lo mejor de cada año, sus conciertos han pasado de los pequeños foros y bares a los grandes estadios. Y aún así, se reconocen como ajenos al fenómeno global del rock internacional.
Nunca hemos tenido una canción que se convierta en himno de verano o un sencillo que esté en boca de todos. Quizá se debe a que nuestra música no es sencilla, es como un gusto adquirido, la gente escucha un par de veces nuestras canciones y se involucran, les dan más oportunidades y empieza el boca a boca que ha sido nuestra mejor forma de promovernos”, indicó Matt Berninger, vocalista del grupo, en entrevista exclusiva días antes de su regreso a México, en donde tocarán como acto invitado de Foo Fighters, los próximos 11 y 13 de diciembre en el Foro Sol.
Las presentaciones del grupo representan su regreso a la capital luego de su participación, en 2011, en el festival Vive Latino. De aquella experiencia Matt recuerda el calor del público mexicano y la energía que se vivió durate su concierto.
Es emocionante volver, la gente nos recibió de manera increíble y tener ahora la oportunidad de hacerlo con Foo Fighters es genial. Estamos acostumbrados a tener un papel secundario, lo hemos hecho con muchas bandas que nos han invitado a sus giras, además nunca podríamos despreciar la oportunidad de tocar ante 50 mil personas”, explicó Matt, quien agregó que en el futuro esperan volver con una presentación propia.
Ojalá la siguiente vez sea con nuestro propio espectáculo, que la gente que nos escuche la próxima semana se quede enganchada con nuestras canciones y que con ello nos obliguen a volver pronto”, dijo Matt, quien adelantó que en el set que ofrecerán a lo largo de los 75 minutos que dure su presentación harán un recorrido por piezas de sus seis discos de estudio.
Cuestionado sobre el aparente rezago que han vivido, Matt toma las cosas con calma. Recuerdo cómo fue que Boxer (2007) los lanzó a la fama, cómo High Violet (2010) los confirmó como una realidad en el firmamento musical y cómo Trouble Will Find Me (2013), su más reciente disco, los obligó a comprometerse con su estilo.
El carácter jovial y alegre de Berninger contrasta con el estilo lírico que ha puesto a sus canciones. El menos musical de la banda —no sabe tocar ningún instrumento ni leer— es el responsable de gran parte de las letras en las canciones del grupo. En ellas da paso a un estilo reflexivo, deprimente dirían algunos, y triste.
Hay gente que piensa que la tristeza es nuestro sello pero no todas nuestras canciones son así. Lo que es verdad es que en muchos de los temas trato de sacar todas las dificultades que tengo en la vida real, en esos momentos en que ser un buen esposo y un buen padre no es suficiente y en aquellos en que la vida como artista se torna más complicada. La música funciona como un vehículo de escape y supongo que es mejor eso a volverme loco en la vida real”, aseveró.
La locura de la que habla el cantante pronto podrá ser atestiguada por la gente cuando el grupo estrene Mistaken for Strangers, documental filmado por Tom Berninger (hermano de Matt) en el que se muestra la dinámica de convivencia del grupo.
Algunos podrán decepcionarse, mi hermano lo hizo, porque nuestra vida en las giras no es nada parecido a lo que haría Mötley Crüe. Somos más bien tranquilos, salimos poco de fiesta y nos concentramos en las presentaciones. Lo interesante es que la gente podrá ver cómo es vivir al lado de dos parejas de hermanos, cómo nos entendemos o atacamos entre nosotros y por qué somos de cierta manera. Es un buen ejercicio para darnos a nosotros mismos una nueva perspectiva”, aseguró Matt.
Con suerte, agregó, del documental podrán sacar lecciones que les sirvan para el futuro, para el momento en que dejen el imaginario underground musical.
¿Queremos ser rockstars? No lo creo. Lo que deseamos es que nuestra música sea tan escuchada como sea posible, que sigamos viviendo este sueño”, concluyó.



