CIUDAD DE MÉXICO, 3 de septiembre.- En ingenio y creatividad, con el balón controlado e incluso sin él, América fue superior a Pumas y brindó un espectáculo ofensivo determinante para volver a casa con el orgullo intacto.
Durante la mayor parte del tiempo, cerrándole los caminos a su rival y combatiendo cada balón como si fuera el último, las Águilas dejaron ver el poderío de su organización sin permitir que su arco sufriera daños.
Tuvieron en frente a un equipo anárquico, afectado por la indisciplina y el poco entendimiento que existe entre sus líneas. Luis García salió de cambio en los primeros minutos y se encargó de hacer aun más evidente su distanciamiento con Antonio Torres Servín, estratega de los universitarios, evitando quedarse junto a los hombres de banca y dirigiéndose furioso hacia los vestidores.
8 juegos sin ganar suman los Pumas
En plena crisis futbolística, el cuadro de la UNAM tuvo poco que ofrecerle a su afición y terminó cayendo por sexta ocasión consecutiva, sin garra ni espíritu, ante el conjunto americanista. Un golazo de Miguel Layún desde fuera del área abrió la cuenta para los visitantes cuando arreciaba la lluvia y dejó tendido bajo los tres postes al guardameta Alejandro Palacios.
Golpeados anímicamente, los universitarios sufrieron enseguida el segundo tanto: Juan Carlos Valenzuela se alzó por encima de los defensores y remató un servicio de esquina de Osvaldo Martínez para alargar la distancia en el marcador.
Por la banda derecha, Luis Ángel Mendoza superó la marca de Efraín Velarde en cada mano a mano que tuvo y así, después de varios intentos, puso el tercero levantando el esférico y anticipándose a la salida del Pikolín.
Para entonces, Universidad ya no mostraba fuerzas y recorría el campo con la cara hacia abajo. Ni Martín Bravo ni Ariel Nahuelpán pudieron meter en aprietos al portero Moisés Muñoz; ambos, alejados totalmente de las pocas jugadas que orquestó Martín Romagnoli y Javier Cortés, pasaron de noche ante la marca de Valenzuela y Francisco Javier Rodríguez.
En la segunda parte, Raúl Jiménez y el Quik Mendoza estuvieron a punto de hacer más humillante el resultado pero sus remates fueron directo a los postes. Aun con la ventaja, las Águilas conservaron su idea de atacar y, gracias al colombiano Luis Gabriel Rey, consiguieron la cuarta diana con facilidades defensivas increíbles por parte de los locales.
Pumas encontró su único momento en el duelo ya en el tramo final, justo cuando los dirigidos por el Piojo Herrera decidieron economizar sus esfuerzos, y marcaron el gol de la honra por medio del argentino Martín Bravo.
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