
NUEVA YORK, 8 de julio.- “El oficio de orfebre de la música debería tener el mejor pago aunque, ¿sabes?, lo tiene. Se paga con el aplauso. Los dueños de estas torres que vemos acá atrás no les aplaude nadie”, sentenció Adrián Dárgelos, vocalista del grupo argentino Babasónicos en la parte más alta del edificio de Sony en Manhattan.
Hoy, el grupo lanza el sencillo La lanza, primer corte de su disco Romantisísmico, álbum que marca su regreso a la misma disquera que hoy alberga, junto con ellos, a Daft Punk y David Bowie.
“Considero que este disco es romántico —precisó Dárgelos— por el ideal que se propone; por describir estas relaciones humanas desde un involucramiento y distancia para definir instituciones que atrapan un poco del morbo del amor”.
Romantisísmico cuenta con 12 canciones que atacan las relaciones humanas de forma cáustica, constante en la carrera de Babasónicos.
“Ése es el tema del disco. En un momento mi hermano me dijo: ‘¿Sabes Adrián?, no sé cómo llamarlo pero aquí dices verdades, y le respondí: sí, este disco es un manifiesto.
“Aquí juego a decir algunas verdades. Es la diferencia entre éste y los discos anteriores. En lugar de tener ironía, directamente digo las verdades, duelan o no”, explicó Dárgelos.
Este disco es un manifiesto”, advirtio Adrián Dárgelos, vocalista de Babasónicos
Al inicio, Romantisísmico no trataría de estas verdades, pero la travesía creativa los llevó a encontrar en ésta búsqueda de verdades un nuevo camino.
“Hacemos canciones para hacer temblar a la mentira. Es imposible pelear con la mentira de frente y lo único posible es generar virus que socaven a la mentira. Ganas más adeptos a tu causa con la emoción que con la fuerza. Y la causa es correr el velo de la mentira”.
Para ello, el grupo intensifica su intención de usar el lenguaje como arma contra lo monótono y plano de gran parte de la música en español actual.
“En La lanza (la letra) dice: ‘antes que despiertes quiero estar en claro que peleas con un espejo de pared’, porque todo lo que estás diciendo no se te va a volver nada, refirió un feliz Adrián Dárgelos, luego de presentar a un reducido grupo de medios el disco completo.
Con el ánimo de la experimentación
Títulos como Aduana de palabras, Los burócratas del amor, El baile de Odín y Celofán integran un disco que recupera el ánimo de experimentación de la banda que, por lo pronto, está feliz de esta etapa de su carrera.
“Lo más divertido —de la presentación, destacó el también compositor— era verle las caras en momentos clave donde sé que las letras de las canciones dicen algo tremendo y ver la cara de cómo impacta en alguien eso. El momento virgen en el que la música te atraviesa y descubres esas pequeñas cosas. Imagínate sí es un momento súper feliz”.
12 canciones integran al disco Romantisísmico
El desafío letrístico en Romantisísmico es constante, al igual que el rítmico.
“El baile de Odín me costó horrores. Hoy escuché dos cosas que no recuerdo cuando se me ocurrieron, pero son las más geniales: ‘soy tu admirador pero no tengo principios y necesito, después de ver poder tocar’. Estar en la punta del escenario y gritarles eso a la gente me gusta, porque desafía la posición de fan. Es el fan quien quiere cualquier cosa del otro. Me gusta que en vez de que me lo digan ser yo quien lo haga”, indicó.
El objetivo claro del grupo es no perder sencillez y suelo. Cosa difícil cuando el trato de rockstar es patente.
“La cima del mundo no es el lugar para la música. Si sube a la cima del mundo, le quedarían pocos oyentes. Siempre hay menos gente en la cima de la pirámide. La música se arrastra y debe de estar en la base del mundo no en la cima”, afirmó Dárgelos.
“Venimos de Sudamérica, el lugar más alejado de esta torre en Manhattan; del lugar al que se le da la espalda, pero, extrañamente es de los pocos paraísos donde las cosas son posibles, porque todavía no está todo dicho, no está todo hecho. También México es así, tiene margen. En ese margen hay campo para los transgresores”, finalizó el músico.
Romantisísmico sale a la venta el 24 de septiembre.
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