CIUDAD DE MÉXICO, 12 de abril.- Siendo capital de la Nueva España, la colonia más rica y poderosa del Imperio Español, la Ciudad de México albergó a diversas órdenes religiosas que construyeron infinidad de Templos y Conventos que guardan tesoros invaluables del arte colonial y sacro.
Muchos de ellos dejaron de servir al culto, después de la Reforma, para dar paso a museos o bibliotecas para el resguardo histórico y cultural de México.
Aquí te presentamos una selección de los templos más representativos ubicados principalmente en el Centro Histórico.
Catedral Metropolitana
Ubicación: Frente a la Plaza de la Constitución, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Sede de la Arquidiócesis Primada de México, es una de las obras más sobresalientes del arte hispanoamericano.
Fue construida con cantera gris, cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales.
Está dedicada a la Asunción de la Virgen María. Las medidas aproximadas de este templo son 59 metros de ancho por 128 de largo y una altura de 60 metros hasta la cúpula.
En el tiempo de la ciudad de Tenochtitlán el área en donde se encuentra la actual catedral estuvo ocupada por un pequeño templo dedicado a Xipe o quizá por el templo de Quetzalcóatl, un templo dedicado al sol y otras edificaciones menores.
Tres años después de concluida la conquista, Hernán Cortés mandó construir una iglesia en el lugar aprovechando material de los templos aztecas.
San Hipólito
Ubicación: Avenida Hidalgo, colonia Guerrero, delegación Cuauhtémoc.
La iglesia fue consagrada a San Hipólito porque el 13 de agosto de 1521, en la conmemoración de ese santo, fue tomada la ciudad de Tenochtitlán por los conquistadores españoles.
En donde hoy se localiza el atrio del templo, estuvo una fortificación donde ocurrió la batalla decisiva; Hernán Cortés mandó levantar allí la llamada Ermita de los Mártires, porque ahí se inhumaron los restos de españoles muertos en ese combate.
En 1740, donde estuvo la ermita, existió un templo construido por Juan Garrido entre 1599 y 1602. El actual es de estilo barroco. Aledaño a la iglesia, se construyó el Hospital de San Hipólito para hombres con trastornos mentales, dirigido por los Hermanos de la Caridad a lo largo de dos siglos.
Aunque es la sede del santo patrón de la ciudad, en la actualidad es más visitada por la escultura del altar, dedicada a San Judas Tadeo, el santo con mayor número de devotos en la ciudad. La iglesia está abierta al culto.
Iglesia de Santo Domingo
Ubicación: República de Brasil, esquina con Belisario Domínguez, número 40, colonia Centro. Delegación Cuauhtémoc.
El conjunto original estuvo formado por varios edificios: el noviciado de dos pisos, el edificio principal del convento, con el mismo número de niveles y el templo.
Al centro del atrio se levantaba una cruz y en los ángulos, capillas posas –utilizadas para “posar” al Santísimo Sacramento-, de las cuales sólo permanece, como resto del convento, la del Señor de la Expiración. La actual iglesia se construyó en 1773.
En el cuerpo de la portada contiene sendos nichos con esculturas de San Agustín y San Francisco entres dos columnas. En un relieve de cantera se halla, de rodillas, Santo Domingo, en el acto de recibir de San Pedro las llaves del cielo. En el interior destacaba el retablo mayor en estilo neoclásico, atribuido a Manuel Tolsá, contrastante con relieves y tallas barrocos.
Iglesia de la Profesa
Ubicación: Madero e Isabel la Católica
Se construyó entre 1714 y 1720 por el arquitecto Pedro de Arieta y es una de las más completas muestras del barroco mexicano. Por la expulsión de los jesuitas fue entregada en 1767 a los filipenses, quienes la consagraron a San Felipe Neri, aunque su nombre oficial es San José el Real. Cuenta también con elementos de claro estimulo neoclásico, principalmente el altar mayor, que se atribuye a Manuel Tolsá. Este templo fue sede del llamado Plan o Conspiración de la Profesa en 1820, que pretendía mantener el absolutismo del rey de España.
Iglesia Santa Veracruz
Ubicación: Hidalgo 33 Colonia Guerrero, Plaza Santa Veracruz
Es una de las más antiguas de la ciudad. En el predio que ocupa estuvo la ermita de la Archicofradía de la Cruz, inaugurada por Hernán Cortés en 1526.
El inmueble actual se construyó entre 1730 y 1776.
La iglesia tiene dos fachadas: la principal al poniente y la lateral al sur. La primera, de dos cuerpos con remate en piedra chiluca y recubierta de tezontle, está rematada por dos torres; la segunda se forma con un nicho central sobre el que hay una cruz de cantera.
La planta tiene forma de cruz latina, con bóvedas en el crucero y cúpula octogonal.
En el altar hay un Cristo, regalo del emperador Carlos V, conocido como el Señor de los Siete Velos, a cuyos lados se encuentran la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista.
Conserva un altar recamado en oro. En este lugar yacen los restos del escultor arquitecto Manuel Tolsá, además de los de Ignacio López Rayón, uno de los caudillos de la Independencia.
Iglesia San Juan de Dios
Ubicación: Avenida Hidalgo entrada por la Plaza Santa Veracruz, colonia Guerrero, Ciudad de México.
La iglesia de San Juan de Dios fue construida a principios del siglo XVIII para servir a los hermanos juaninos, que era una orden hospitalaria.
En el convento acostumbraba hospedarse el Comisario General de las Provincias de Indias, que era el prelado superior que regía todo el gobierno de la religión y era encargado de visitar los conventos de la Nueva España.
La vocación de curar enfermos terminó en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando las órdenes hospitalarias fueron suprimidas, por lo que la iglesia fue abierta al servicio público.
Iglesia de San Francisco
Ubicación: Francisco I. Madero 7, colonia Centro, Ciudad de México
El Convento Grande de Nuestro Padre Santísimo Francisco de México fue alguna vez el mayor de los conventos de frailes en la ciudad y el país, al abarcar una superficie superior a 32 mil metros cuadrados. Diversas obras públicas, con justificación o sin ella, determinaron que el gran conjunto fuese desmembrado y en mayor parte demolido durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.
Del antiguo convento sólo se conserva este templo con un peque atrio al frente y el claustro adjunto y a, poca distancia de ambos, la capilla de Balvanera. Del antiguo esplendor colonial del templo de una sola nave con crucero, se destaca la fachada churrigueresca, una de la más notables en ese estilo, oculta por largo tiempo en su parte inferior debido al hundimiento de todo el edificio y que actualmente puede observarse completa, gracias a las obras de rescate mediante un foso frontal.
El retablo del altar mayor realizado dentro del mismo estilo dieciochesco por Jerónimo Antonio Gil, fue destruido en el siglo XIX y reconstruido en los años 40 del siglo XX. De los mismos años datan las pinturas con motivos franciscanos que ostentan los muros laterales. La iglesia está abierta al culto.
Con información de Sectur-DF y Guía del Centro Histórico.
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