Si Dios me mandó a mi bebé es por algo, yo tengo que luchar por ella. Si me lo mandó, no me lo puede quitar así como así”.
TORREÓN, 1 de abril.- Como cualquier mujer que lleve en su vientre a su primer hijo, Dulce, de 27 años de edad, se siente emocionada, espera con ansias la llegada de su pequeña Jimena, sin embargo, a la par cuando le dieron la noticia de que sería madre, los especialistas le diagnosticaron cáncer de mama.
En ningún momento pensé que me iba a morir, o mi bebé”, afirma Dulce en entrevista.
Los médicos que la atendían le decían que su vida corría peligro con el embarazo, ya que las quimioterapias le iban afectar al bebé, por lo cual le aconsejaron que se realizara un legrado.
Antes que yo, está ella; me ha dado la fuerza para seguir adelante”, advierte.
Actualmente, Dulce lleva ocho meses y medio de embarazo y pese al cáncer que le diagnosticaron casi iniciando la gestación de su bebé ha recibido cuatro quimioterapias en la Clínica de Oncología del Hospital General de Durango.
Cada vez que iba a entrar a quimio, le decía a mi bebé: Jimena esto no es para tí, tú no agarres nada de esto”, recuerda la futura madre.
Las muestras de cariño de su familia y amigos más cercanos han servido de empuje para continuar con la lucha de combatir esta terrible enfermedad.
Son 34 semanas de un feliz embarazo y los 15 días restantes son clave para que inicie otro proceso complicado en la vida de Dulce que es el tratamiento de radiaciones.
Lo que Dulce tiene claro en su mente es que ya pronto tendrá a su pequeña Jimena en brazos.
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