CHIAPAS, 15 de marzo.- El náufrago salvadoreño José Salvador Alvarenga, quien estuvo más de un año en altamar, llegó a cumplir la promesa hecha a su compañero de travesía, el mexicano Ezequiel Córdova, de visitar y contar lo sucedido a su familia que vive en Pijijiapa, al norte de Tapachula, frontera con Guatemala.
Alvarenga llegó con la mamá del pescador Ezequiel Córdova.
El salvadoreño aseguró que acordaron que el que sobreviviera buscaría a la familia del otro y así lo hizo.
Llegó acompañado de sus padres y un abogado, a este poblado de pescadores situado a mas de 169 kilómetros al norte de Tapachula, en la frontera con Guatemala, lugar donde vivía hace más de un año y de donde zarpó.
El náufrago fue encontrado a finales de enero en Ébano, una pequeña isla cercana a las Islas Marshall, tras pasar 13 meses en el mar después de haberse embarcado junto con otro pescador a finales del 2012.
Ambos naufragaron por problemas con el motor de su embarcación tras una tormenta. Su compañero murió tiempo después. Alvarenga habría sobrevivido a la deriva comiendo peces, tortugas y sangre de tortuga.
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