
DALLAS, Texas.— El mexicano Édgar Tamayo Arias, cuya ejecución está programada para mañana, fue declarado culpable y sentenciado a muerte por uno de los crímenes más graves en esta entidad: el asesinato de un policía.
Bajo el Código Penal de Texas, “asesinar a un agente del orden público o a un bombero que actúe en el ejercicio legítimo de su labor oficial, sabiendo que es un policía o bombero”, constituye la primera de las ocho agravantes para imponer la pena capital.
Tamayo fue declarado culpable del asesinato del agente de policía de Houston, Guy P. Gaddis, la madrugada del 31 de enero de 1994.
Gaddis patrullaba cuando un ciudadano le hizo señales para deterse a fin de notificarle que había sido robado por dos sospechosos.
El agente logró tener a dos sospechosos contra una pared, a los que estaba sometiendo a una revisión.
El agente descubrió el reloj, que el ciudadano minutos antes había reportado como robado.
Los dos sospechosos esposados fueron colocados en la parte trasera dentro de la patrulla.
Gaddis comenzó a trasladarlos y a pocas cuadras recibió varios balazos en la cabeza. Zarco Mendoza, quien era amigo de Tamayo, declaró a la policía cómo habían ocurrido los hechos y sirvió de testigo de la fiscalía en el juicio contra el mexicano.
La culpabilidad de Tamayo nunca ha sido cuestionada por sus defensores.

